La comunicación es un elemento intangible muy importante en la empresa y que no todas las organizaciones le dan la importancia que se merece, sobre todo las pequeñas y medianas empresas. Esto es porque no es fácil ver el retorno de la inversión traducida en beneficios de forma directa, pero para ello existen diferentes métricas y KPIS que demuestran que gestionar la comunicación de tu taller no es un gasto, sino una inversión de futuro.
Aunque no nos demos cuenta, estamos continuamente comunicando, ya que todo comunica desde el color de las paredes, hasta una simple mancha que tengamos en el suelo. La comunicación muestra una imagen de nuestro taller a los clientes y ellos forman sus propios juicios de valor. Es algo que no se puede remediar, aunque no gestiones la comunicación, comunicar se va a comunicar igualmente. Mal o bien hablarán de tu empresa, por lo que, que mejor si aprovechamos eso como una oportunidad y una estrategia empresarial que aporte beneficios a tu taller.
Tenemos dos tipos de comunicación que debemos prestar atención, la interna y la externa. Lo primero debemos cuidar la interna para luego poder mostrarla al exterior. La comunicación interna es la comunicación que se realiza entre los miembros de la organización, es importante saber qué queremos decir y cómo queremos decirlo, y de qué manera es la mejor para trasmitir el mensaje, por lo que es muy importante fomentar la participación y el compromiso de las personas que forman el taller. Pasando por inculcar la cultura empresarial con los valores, objetivos y mensaje que se quiera trasmitir.
Hay que pensar que los trabajadores son las personas que van a atender a los clientes y un trabajador que se siente participe de la empresa no trasmitirá igual la profesionalidad e imagen del taller que si no se siente perteneciente a la misma.
Referente a la comunicación externa, se trata de proyectar la imagen de la organización al exterior, es decir, dar a conocer el taller a los clientes.
En un taller podemos encontrar ejemplos básicos de comunicación que debemos cuidar, desde el diseño de las instalaciones, la organización del taller y limpieza, la ropa de los empleados, etc.
A continuación, os damos algunos consejos que se deben cuidar en la comunicación de un taller y que muchas veces pasamos por alto.
- Diseño y organización del taller:
Los detalles sí que importan, desde el color de las persianas hasta la organización de la maquinaria. Debemos cuidar la imagen corporativa realizando una comunicación coherente que acompañe a lo que queremos comunicar. Es decir, si queremos pintar el taller, las personas, la maquinaria, etc. Debemos elegir unos colores que nos definan y que empleamos para todo por igual, no podemos tener la ropa de un color, las paredes de otro, las persianas de otro y el logo de otro.
En primer lugar, debemos diseñar un logo, no es necesario que tenga símbolos, con una tipografía que refleje la identidad del taller y como mucho dos colores, sería suficiente. Ello, nos ayudará a acompañar el resto del taller.
Una vez, tenemos el logo ya podemos pensar en el diseño de la fachada, escaparate o persianas y su rotulación, al igual que la decoración interior. Posteriormente hay que pensar en la colocación de la maquinaria y la delimitación de las zonas de trabajo, para poder trabajar cómodamente y llevar siempre una organización. Que el cliente no tenga que pasar por debajo de un elevador para llegar al mostrador de información.
Por último, no nos podemos olvidar de la papelería del taller, es decir, las facturas, presupuestos, carpetas, tarjetas de visita e incluso la ropa de trabajo, debe contener nuestro logotipo y colores corporativos. Debemos seguir la coherencia comunicativa, eso proyectará una buena imagen a los clientes del taller.
- Comunicación directa con el cliente:
Por una parte, debemos cuidar la forma de expresarnos y dirigirnos al cliente, se debe ser profesional, amable y educado. Hay que saber explicarse de forma inteligible para que los clientes entiendan que le pasa a su vehículo y cuál es la solución que le vas a dar, recordad que tú eres el profesional que entiende y ellos no tienen las nociones adecuadas, pero tienen que confiar en ti.
Por otra parte, en el taller muchas veces es típico que te atienda el propio mecánico, y es normal que se ensucie el mono de trabajo, pero se nota la suciedad reciente de las manchas que llevan ahí desde hace muchos lavados. Se debe invertir en la ropa de trabajador, tanto para que el trabajador se sienta más cómodo, como para que la imagen que proyecte al exterior sea más cuidada, al igual que disponer de productos especiales para la limpieza de las manos, porque si le dan la mano a un cliente que sea lo más higiénico posible.
Dependiendo de lo profesional que seamos, va a depender que el cliente quede satisfecho y nos recomiende a otras personas, aquí juega un gran valor la comunicación boca a boca.
- Comunicación online:
La comunicación tradicional ha funcionado durante muchos años, pero nos encontramos en un mundo en constate cambio y debemos adaptarnos para que nuestro negocio perdure en el tiempo. Por ello, el taller pasa por una fase de adaptación a la digitalización y en este momento entra en juego la comunicación online.
Ya no solo es necesario que seamos profesionales para que nuestros clientes nos recomienden a sus personas allegadas, sino que ahora además lo tienen que hacer en Internet y para ello, debemos estar en este medio.
Todo dependerá del tamaño de la empresa y de lo que podamos gestionar, porque lo importante es estar, pero no es necesario estar en todas las redes sociales si luego no vamos a estar para ayudar a nuestros seguidores. Por lo que debemos ser consecuentes y si nosotros no vamos a poder dedicarles mucho tiempo es mejor que elijamos la red social que más se adapte a nuestro negocio y clientes.
Lo más recomendable para un taller es crearse un perfil en Google My Bussiness, para así si alguien busca un taller por Google aparezcas y te pueda localizar en Google Maps. En segundo lugar, debes abrirte perfiles en páginas de directorios de empresa que ayuden a tus clientes a encontrarte, y dependiendo del tamaño de tu empresa puedes disponer de tu propia página web corporativa. Por último, puedes abrirte un perfil de empresa en las redes sociales, pero no todas las redes sociales sirven para todos los negocios y recuerda que más vale calidad que cantidad. Hay que tener en cuenta que es un medio que se creo para interactuar no para vender, por lo que se deben gestionar de forma adecuada, aportando contenido de interés para tus seguidores.
- Marketing:
Una vez el cliente sabe dónde estás ubicado, puede leer las opiniones de los clientes, falta que vaya hasta tu taller y para ello puedes realizar promociones, descuentos, ofertas por temporadas, etc. E incluso aunque ya te conozcan y acudan a tu taller usualmente, debes fidelizarlos, y esta es la parte más difícil, que tus clientes prefieran tu taller siempre y no se vayan a la competencia.
La comunicación es imprescindible para el buen funcionamiento del taller. Una buena comunicación mejora la competitividad de la empresa, facilita el logro de las metas, adaptación a los cambios del mercado y fomenta el compromiso, la implicación de sus integrantes con buen clima de trabajo y satisface las necesidades de los clientes.
La gestión de la comunicación en el taller la puedes realizar de dos formas. Por una parte, de manera autónoma creando tu propia marca y gestionandola tú o subcontratando la gestión a profesionales. O por otra parte, perteneciendo a una red de talleres con una identidad visual definida y una estrategia de comunicación establecida que puede implementarse a la perfección en tu taller.
Si quieres más información al respecto y/o quieres que te ayudemos con la gestión de la comunicación de tu taller, no dudes en ponerte en contacto con nosotros en el siguiente email: marketing@rsegorbe.com .