Muchos de los propietarios de talleres se estarán preguntando cómo afectará el eléctrico en el taller de aquí a 2030. Según un estudio de Frank Fontanasi director de Economía y Estadística de Fiev, los talleres pueden estar tranquilos.
Por un lado, el estudio refleja que la venta de vehículo nuevo 100% eléctrico pesará más del 40% en 2029. Pero solo el 11,6% de los 40,5 millones de turismos serán 100% eléctricos, es decir, solo 4,7 millones de automóviles.
El parque de coches, de 10,6 años de media en la actualidad, seguirá envejeciendo, y por tanto, consumiendo piezas y servicios de taller de valor añadido. En este sentido, Fiev prevé que el mercado de piezas -excluyendo neumáticos, lubricantes, productos de mantenimiento y accesorios-, se situará entre los 13,9 y 14.000 millones de euros en 2030.
Según sus resultados, la inercia del mercado les dará tiempo a los talleres a preparase para la electrificación, aunque el tiempo que tendrán para ello será diferente según el tipo de taller del que se hable. Por un lado, los talleres homologados a los fabricantes serán los que menos tiempo tengan para prepararse ante la electrificación. Esto es porque son los que más trabajan con coches de cero a cinco años y tendrán que afrontar la reparación de los eléctricos puros que se venderán cada vez más.
El respiro es en este caso es para los talleres multimarca, a quienes les tardará más tiempo en llegar la electrificación. No obstante, Fiev recomienda a estos profesionales aprovechar el tiempo que tienen de margen para formarse.
Fontanasi afirma que después de 2030, aunque en el parque de vehículos habrá cada vez más eléctricos, la actividad de los talleres no entrará en decadencia porque “aparecerán nuevos servicios, si no en volumen, al menos en valor añadido”. Y es que, aunque la caída de los vehículos de combustión provocará el declive de servicios y actividades relacionadas con este tipo de motor, la electrificación y la digitalización traerá otros nuevos.
Además, según el estudio, los eléctricos se averían un 30% más que los de combustión interna, principalmente por razones electrónicas: “Los propietarios de eléctricos e híbridos enchufables citan más problemas con sus vehículos que los propietarios de vehículos con motor de combustión. Concretamente, los vehículos de combustión interna tienen un promedio de 175 problemas por cada cien vehículos; mientras que el de los híbridos enchufables es de 239 por cada cien vehículos y el de los eléctricos es de 240 por cada cien vehículos, excluyendo los Tesla, cuyo promedio es de 226″, explica.